Mesmer y el
Magnetismo Animal
Franz Friedrich Anton Mesmer ( 1734-1815 ) fue un
filósofo y médico alemán que se graduó en la universidad de Viena. Derivo su
concepción de las enfermedades y del bienestar del individuo de la medicina
galénica que daba mucha importancia a la salud de las personas gracias al equilibrio
de los cuatro fluidos corporales. Añadiendo a esta teoría, ideas más modernas
para la época, como el uso de los imanes que algunos médicos británicos ya
utilizaban para el tratamiento de enfermedades, los nuevos estudios de
Galvani y Lavoisier sobre la electricidad en el sistema nervioso, e inspirado
por las leyes de la gravitación universal de Newton, Mesmer llegó a teorizar la
presencia en el hombre del fluido
magnético animal. Este fluido según Mesmer llenaba el universo y formaba
una conexión entre el hombre, la tierra y los cuerpos celestes; y el equilibrio
de este mismo fluido es la origen de la salud del organismo, mientras que su
desequilibrio genera las enfermedades físicas y mentales.
El recorrido
hacia la curación según Mesmer pasa a través del hipnotista que, gracias al
dominio de conocimientos y técnicas y gracias a sus cualidades personales,
puede transportar el fluido animal que existe alrededor del individuo hacia el
lugar donde hay un desequilibrio. Mientras tanto el fluido se acumula en la
persona del hipnotizador que lo transmite a los enfermos. Mesmer utilizaba para
este propósito una palangana definida baquet
llena de agua "magnetizada" es decir, con limaduras de hierro, y la
gente se aguantaba a largas cadenas o varillas metálicas poniendo el metal
cerca de la parte enferma del cuerpo. De repente, alguien del público comenzaba
a tener crisis con convulsiones y espasmos que transmitían inmediatamente a los
demás, las crisis también venían estimulada por la presencia del mismo Mesmer
que en un momento especifico tocaba el sujeto con una mano o con una barrita de
metal. Después de esta crisis el individuo se curaba.
Este sistema de
curación, el mesmerismo, se hizo muy
famoso y en París, donde se trasladó Mesmer, acudieron muchas personas que
querían encontrar un tratamiento a sus enfermedades con los "nuevos"
métodos, por lo tanto se organizaron sesiones de grupo para los más indigentes
y sesiones individuales para los más ricos. Pronto resultó claro que las
sesiones de grupo eran más efectivas por lo que incluso los más ricos empezaron
a asistir a esas sesiones, mezclándose con los miembros de las clases más
bajas.
Desde el
comienzo de la hipnosis, que todavía no se llamaba así, fueron evidentes
algunos aspectos:
a) la importancia
de las expectativas de que el fenómeno generaba en la gente (los cuentos acerca
de los nuevos métodos de curación de Mesmer),
b) la relación con
el entre hipnotizado y hipnotizador a través de la cual el hipnotizador
manifiesta su poder de curación (Mesmer que pasaba entre los enfermos que
después de su toque caían en crisis convulsivas)
c) la importancia
del grupo en el que se producen las reacciones a cadena "el hecho que algo
va a pasar a alguien aumenta las expectativas de que algo tiene que pasar
dentro de nosotros mismos y en los demás " (1).
El
affaire Mesmer y el asombro que generó en la opinión pública, llevó al gobierno
francés en 1784 a pedir a la Real Academia de Medicina de preparar un informe
sobre el magnetismo animal. Entre los miembros nombrados había científicos muy
importantes como Baily, Laurent de Jussieu, Frenklin y Lavoisier. Los
científicos, demostrando que la imaginación sin magnetismo produce convulsiones
y que el magnetismo sin imaginación no produce nada llegaron a una importante
conclusión:
"…el
supuesto magnetismo animal es un sistema antiguo, ya conocido en el siglo
anterior y cado en el olvido; que este sistema no tiene absolutamente ninguna
prueba de validez científica; que los efectos producidos por este supuesto
sistema de curación están producido por la imitación y la imaginación; que son
más dañinos que útiles para la salud…" (2).
(1) Del Castello, E., Casilli, C. (2007) L’induzione ipnotica. Milano: Franco Angeli.
(2) Rapport des Commissaires de la Société Royale de Medicine nommés par le Roi Louis XVI pour faire l’examen du magnétisme animal, 1784
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