![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgY4ZKfK7pk-mirtsEaZ3lejUcctrGqhigScfxqVxGiysp69tCe_qjQyOe7ohBddkScbwgCbtielf_x6hGcN72O3xU_0FAFcmuLakqnJ45vvpBeEP1S1pC32UKFjXUZtQc-dwfy5RS8alM/s200/1.jpg)
"¡Soy un niño grande¡". Claro que no soy ni niño ni grande. Si actuo como niño, no soy acceptado "ya que no me toca". Si actuo como grande, se escandalizan porque "todavia no me toca".
¿Entonces, qué tengo que hacer? No puedo entender a los adultos que me mandan. ...y me parece que los adultos tampoco me entienden a mi...Visto lo visto, mejor no hacer nada, pasar de todo...que lo hagan ellos!"
Montse Blanco, psicóloga y psicoterapeuta
¿Cómo lograste llamar mi atención con una publicación tan breve? Quizá porque soy psicólogo de 23 años y me encuentro en un situación como la que planteas, donde le rol de terapeuta no siempre es fácil cuando no tienes la barba y la presencia estereotipada del psicólogo. Silvio Medina, psicólogo y psicoterapeuta mexicano
ResponderEliminar